Dan Brown, agradecido

Nota de Página de hoy
“El Código Da Vinci” alrededor del mundo

Advertencias eclesiásticas, amenazas de prohibición y hasta quema de libros: el film es la comidilla mundial. Aquí, un abogado presentó un amparo.

Sigo sorprendiéndome con lo brutos que pueden ser algunos. Es una película sobre un libro de ficción. Pero los mismos animales que en nombre de Dios matataron y torturaron a mansalva y destruyeron civilizaciones enteras, siguen con la misma política. Esta historia no incita a nadie a oponerse a las enseñanzas de la Iglesia (tema de otro debate es si esas enseñanzas siguen en algún punto a las del mesías que dicen defender). Esta historia simplemente ficciona sobre una posible alternativa a la historia oficial (que como sabemos está escrita por los que ganaron, asi que seguramente haya muchas otras historias). Pero los mismos brutos de siempre (aunque les cambie el nombre y la cara, la idea de fondo es la misma), intentan prohibir, queman libros, ADVIERTEN (¿qué diantres advertirán? ¿qué Dan Brown, Tom Hanks y todos lo que vean la película arderán en el infierno?). Y muchos de estos eran los que se rasgaban las vestiduras ante la barbaridad de las amenazas de vida contra Salman Rushdie por parte de ciertos sectores fanáticos del Islam. ¿Cuál es la diferencia? Son unos tan brutos como los otros.
¿Alguien obliga a otro a ver la película? No. ¿Alguien pretende convencer a otro de que es realidad histórica? Tampoco. ¿Alguien pretende que se cambie la postura de la Iglesia con relación a la Biblia o cambiar la Biblia misma por lo que dicen este libro y esta película? Muchísimo menos. Entonces, ¿¡por qué carajo no se dejan de joder!? Pareciera que un libro o película puede desestabilizar una poderosa institución con 2000 años de existencia. ¿Tan poca fe tienen en su Dios ? ¿Tan poderoso puede ser Satanás como para hacer que la Iglesia deje de existir por una ficción? ¿Tan cerrados de mente son que no se dan cuenta que con toda esta paranoia lo único que logran es favorecer al 'enemigo'? Porque la publicidad gratis que obtienen tanto el libro como la película por esta sarta de pavadas, es incríble. Y todo sin poner un solo pesito.
Dan Brown, agradecido.