Cómo sentí la plaza

Fue fuerte. Muy fuerte ver la cantidad de gente que se había congregado.
Llegué al Congreso sobre las 5, y empecé a caminar por avenida de Mayo. Cuadras y cuadras llenas de gente. Muchos con carteles, banderas o diferentes formas de demostrar a qué agrupación pertenecían. Pero la gran mayoría sin identificación alguna. Muchos chicos, ¡cuántos chicos! Chicos que sin duda nacieron en democracia. Algunos de ellos tal vez hijos de quienes también nacieron en democracia. MEMORIA, con tantos chicos ahi, dificil que se pierda, no?
Fue fuerte. Muy fuerte encontrarme con gente que ni imaginaba podía encontrar en la plaza. Encontrarlos entre esa marea humana. Y reconocernos ahi, uno al lado del otro. Y eso que a la mayoría de los que quise encontrar, me fue imposible ubicarlos. Por la marea humana, no porque no hayan ido.
Fue fuerte. Muy fuerte sentir la Plaza temblar, sentirla vibrar en el pecho, con cada "30.000 COMPAÑEROS PRESENTES, AHORA Y SIEMPRE".
Fue fuerte. Muy fuerte ver a las Madres sobre el escenario. Y volver a sentir la Plaza vibrando al canto de "Madres de la Plaza, el Pueblo las abraza". Y fue muy fuerte también ver como una vez terminado su corto discurso, cuando quisieron volver a hablar, el micrófono no anduvo. Sin embargo, el pueblo las seguía abrazando, con o sin micrófono.